La reforma de la PAC 2014-2020, es una de las reformas más ambiciosas que se han hecho desde que se concibió en el año 1962, ya que se tienen en cuenta conceptos que hasta ahora no se habían hablado como el agricultor activo, las tarifas planas para homogeneizar las ayudas a nivel de toda la Unión Europea (UE), el greening -la ayuda a las prácticas sostenibles y ecológicas- y finalmente la desaparción de los derechos históricos.
Como todas las reformas tienen propuestas que son bienvenidas y otras que no lo son tanto, como por ejemplo el greening, ya que en una región como la nuestra con la agricultura tan intensificada y cultivos arbóreos estas medidas no serían de fácil aplicación.
Pero nos gusta que hayan incoporado el concepto de agricultor activo y el capping, ya que es una medida que debe ayudar a que las ayudas sean destinadas a los productores (agricultores y ganaderos) que realmente lo necesitan, ya que hasta ahora se perdían muchos fondos en empresas que no pertenecían al sector agroalimentario cobrando ayudas estratosféricas.
Agradecemos también la aparición de las líneas de ayudas a las incorporaciones de jóvenes agricultores tanto en el primer como en el segundo pilar, creemos que es vital ayudar a los jóvenes a incorporarse.
En cuanto a la desaparición de los derechos históricos aquí hay trabajo a digerir, ya que es una oportunidad para todas aquellas mujeres y jóvenes que quieran incorporarse, puesto que las ayudas irán en función de la superfície declarada en la DUN 2014, esto quiere decir que las personas que hasta hoy tenían explotaciones agrarias sin sus derechos, podrán cobrar la subvención que les corresponde y la dejarán de cobrar las personas que sólo disponen de derechos y no de las tierras, que hasta hoy pasaba, demasiado a menudo.
Por otra parte, esta medida ha hecho subir la especulación en este sector y hoy hay zonas que los agricultores no pueden acceder a comprar, más tierras para ampliar sus explotaciones o de otros que no pueden incorporarse debido a que no pueden permitirse los elevados precios a que se hacen cotizar terrenos que hace muchos años que no se trabajan.
En cuanto a las tarifas planas y a la ayuda a las explotaciones pequeñas, reconocemos un avance con respecto a los trámites burocráticos, ya que tienen pensado reducirlos a la mínima expresión, pues hasta hoy han aburrido a tantas y tantas mujeres y jóvenes, que tienen trabajo a ordenar y llevar al día tantos trámites administrativos. Con esta medida reduciremos esta pesada carga de las explotaciones pequeñas. Las tarifas planas ayudarán a que las explotaciones puedan contar con un mínimo ingreso fijo anual para cada agricultor, que pese a la volatibilidad de precios saben que tienen una renta mínima anual.
Todo ello se encuentra en un marco de fuertes cambios sociales, económicos y quedamos a la espera de los nuevos presupuestos y, por tanto, de la resolución definitiva, con las modulaciones pertinentes a drásticos cambios que se han propuesto y, a la fecha de la entrada en vigor definitiva de la nueva política agraria común.
Cristina Clavell, Presidenta de AMFAR Cataluña
Barcelona, 5 de noviembre de 2012.